Ya sabemos que estos son tiempos de “Cloud computing”, una de las tecnologías disruptivas que marcan la época con una impronta de innovación permanente, y provocando cambios que no dejarán nada como era antes.
Ahora bien; esto que permite ahorrar mucho en infraestructura, en almacenamiento y en seguridad, también tiene aspectos que conviene conocer para evitar sorpresas desagradables y sacarle todo el provecho que promete.
En primer lugar, debemos saber que, según la reputada consultora internacional Gartner, en el 2022, el 75% de los usuarios que recurran a infraestructura en la nube lo harán adoptando una estrategia deliberada de multi-nube.
De qué se trata
Es, nada más y nada menos, que la posibilidad de recurrir a varios proveedores de servicios “en la nube”, sin limitarse a uno solo. Los principales son:
*AWS (Amazon Web Service)
*Google Cloud Plataform
*Microsoft Azure
*Ali Baba
Y he aquí lo primero y principal que hay que saber: son muy poco compatibles entre sí, y la interoperabilidad que presentan es casi nula. Están escritas con lenguajes de programación y estándares diferentes.
O sea que, para aprovechar la mayor seguridad, capacidad de almacenamiento y respaldo de datos sensibles que ofrece el uso de varias nubes en lugar de una sola, habrá que contar con personal capacitado que conozca las características de cada una y sepa operar con ellas.
Y emplear los sistemas idóneos para elegirlos sin equivocaciones. De lo contrario, los costos de la estrategia multi-nube podrían dispararse y su funcionamiento ser un dolor de cabeza.
Higiene digital
He aquí otro simpático concepto a tener muy en cuenta si adoptamos esta estrategia de usar varias nubes y no solo una.
Como el uso de varias “clouds” se asocia en la practica a la modalidad “hibrida” (nubes públicas + nubes privadas) vemos que el panorama se complejiza. Y entonces surge la idea de “higiene digital”, que se basa en (al menos) tres puntos insoslayables:
*Los protocolos de ciberseguridad.
*El seguimiento y la claridad de las funciones necesarias.
*Y las responsabilidades adecuadamente otorgadas.
De más está decir como y cuanto se ha incrementado la necesidad y la recurrencia a estas modalidades a raíz de la pandemia de Covid 19; al igual que todas las demás formas de digitalización en curso, la catástrofe sanitaria global hizo que se multiplicara su uso, y la información más sensible de las empresas comenzó a viajar en equipos pequeños que podían estar ubicados en domicilios particulares con una conexión de dudosa seguridad, lo cual incrementa los riesgos.
Atendiendo a la higiene digital adecuada para la actividad de cada empresa, los peligros se minimizan, pero nunca desaparecen completamente. Y esta “nueva normalidad”, entonces, implica nuevos desafíos.
Porque en tecnología nunca nada es tan simple como desechar lo antiguo e instalar lo nuevo. La estrategia multi-nube en particular exige un riguroso proceso de análisis sobre los proveedores adecuados, sus maneras de gestionar la información que los clientes les confían y el respaldo que nos darán en forma de capacitación y en casos de emergencia, porque estamos tratando de integrar complejos sistemas de distinta procedencia y diferente manufactura.
Recordemos siempre que a los clientes no les interesa mayormente la tecnología que tu empresa utiliza; ellos solo piden resultados, porque para eso pagan. De la excelencia tecnológica debes ocuparte tú.
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