Dice Ana Castillo, especialista senior del BID-Lab (Banco Interamericano de Desarrollo) “…Un abuelo en la plaza alimentando palomas es una ‘foto color sepia’ que hace ya años fue sustituida por otra ‘a todo color’ de un adulto que se mantiene activo a pesar de su retiro. Esa transición ha sido silenciosa y casi natural, gracias a los revolucionarios avances de las ciencias de la vida. Y esto, que fue advertido hace mucho tiempo por organizaciones de enorme preponderancia a nivel global, ha impuesto otros retos para que la ‘nueva foto’ incluya a la mayor cantidad de personas”.
De ahí surge el término “Economía plateada” utilizado ya popularmente para describir el mercado de productos y servicios destinados a personas mayores de 50 años. El envejecimiento de la población es una tendencia cada vez más marcada en el mundo, y la tal economía plateada aparece como una respuesta a las necesidades y preferencias de este grupo poblacional. Un dato demoledor: Si fuera un país, sería la tercera economía del mundo, después de China y EE.UU.
“Viejentud”, o juventud acumulada
Pero no es ya un “envejecimiento” entendido como decrepitud y decadencia. Eso era antes, en tiempos de esa “foto color sepia” que mencionamos al principio.
Hoy los adultos mayores están impulsando uno de los mercados más rentables y dinámicos de los últimos años, convirtiendo un gran desafío en una enorme oportunidad. «Sus necesidades y preferencias influyen en la oferta de casi todos los sectores, incluyendo la salud y la nutrición, el ocio y el bienestar, las finanzas y el transporte, la vivienda, la educación y el empleo», dicen en el BID.
En Europa, se espera que el mercado de la economía plateada alcance los 5,7 billones de euros en 2025. En Estados Unidos, este mercado tiene un valor de ocho billones de dólares. Mientras, en América Latina y el Caribe, el poder adquisitivo de los +50 no es despreciable: el 52% de los adultos mayores de 50/55 años pertenece a la clase media o alta.
Por cierto, la economía plateada no consiste únicamente en venderle productos y servicios a los que han vivido más de 5 décadas; es también ofrecerles alternativas en la formación y el empleo, para que permanezcan activos en una sociedad cada vez más digitalizada, algo que ya no los excluye sino que es una de las principales herramientas para, justamente, su inclusión.
Necesidades de amplio espectro
Entre los sectores más importantes de esta nueva economía se encuentran los servicios de atención a la dependencia. Cerca del 24% de los europeos y el 21% de los norteamericanos son actualmente mayores de 60 años. En América Latina y el Caribe, hoy solo un 11% tiene más de 60 años, pero se estima que para el 2085 sea la primera región del mundo donde un tercio de sus habitantes tendrá más de 65 años.
Este neo envejecimiento (o mejor llamémoslo “nueva longevidad”) también trae oportunidades de desarrollo económico, con la generación de nuevos emprendimientos y oportunidades laborales, y una mayor contribución económica de los adultos mayores, porque las mejoras de las condiciones de salud permiten una longevidad más productiva. La economía plateada tiene el potencial de generar miles de millones de dólares en ingresos y empleos formales.
Su valor se calcula en 15 mil millones de dólares a nivel global hasta 2022. Por ejemplo, en Corea, en 10 años solo el mercado de cuidados ha creado medio millón de empleos, algo así como el 2% del total de nuevos trabajos. Por eso, para el Banco Interamericano de Desarrollo, la economía plateada es un tema de alta estrategia.
Lo importante ahora es que lo sea para todos. Es un hecho ya largamente comprobado que en las sociedades (sobre todo en los países más desarrollados de occidente) cada vez hay menos bebés y más adultos mayores. Guste o no guste, es una realidad incontrastable, y debemos asumirla individual y colectivamente, entendiendo que es un desafío enorme y a la vez una cantera casi infinita de oportunidades.
